San Francisco, pero no de Yare,
28 de marzo 2019
Amigas… llegué a Venezuela y me fuí como un torbellino. Dos meses NO ALCANZAN!
Ni siquiera vi a mi hermana Anabella en Valencia, ni a mis sobrinos, ni a muchas de Uds.
Entre marchas, plantones, apagones, mala conexión de teléfono, internet peor todavía y sin bañarme por dias a la vez logramos armar un equipo de producción con Bean, la prima de Josefina (gracias Jo por presentármela) En el corto tiempo que estuvimos,
• el grupo de trabajo SUPER profesional, alegres, trabajadores y lanzados a hacer cualquier toma en cualquier lugar con tantos cambios de lentes, luces o ángulos que Maurizio pidiera.
• organizamos 4 dias de producción en Birongo… un lugar que todos me advirtieron que era extremadamente peligroso, y aprendí que era una joya de lugar de gente bella. Tanta generosidad, belleza y calidez que tienen que acercarse allá.
• filmamos otro par de dias en Cotiza, en mercados, en San Agustín del Sur, y vimos gente generosa y activa con mucha energía para dar y compartir y trabajar para mantener valores y dignidad.
• editamos con un par de chicos super diferentes, uno con privilegios, con carro, viviendo con sus padres y otro sin tanto con que contar, sin cuenta en dólares y a cargo de una linda y nueva familia. Este último al no tener facilidades de transporte, arreglamos para irlo a buscar y a dejar cada dia, porque en San Agustín no se puede uno arriesgar a salir a la calle con una compu en mano.
• Los músicos, ¡siniguales! Los conocí por Instagram, los contacté y chás! hicimos clic. Los Compasses se vinieron de Cojedes, Valencia y Maracay en un carrito con todo, cuatro, bajo y arpa atapusados dentro del carro. Insólito. Los alojamos en un hotel por dos noches y tocaron como unos mounstruos que son. Ya los verán! Geniales!
• Conocí a gente demasiado buena nota, trabajadora, especial, alegre, cálida y super resiliente. Gente lista para echarle pichón al proyecto en la próxima venida y emocionados con hacer algo inspirador.
El trabajo era tan abrumador que los apagones, la falta de agua y los secuestrados o asesinados nos pasaron casi desapercibidos y los mensajes de Whatsapp que sumaban en los miles, no miento, los tenía que borrar de una sin leerlos.
Maurizio impresionado y “resteado” como los otros tambien, en vez de salir corriendo tiene ganas de volver y montar una sede para producir aquí. ¿porqué? - La geografía, la gente, el clima, nuestra casa, la familia... y eso que no los conoció a Uds!
Aprendió sus primeras palabras en español: "Maduro, coño ‘e tu madre"
Obvio que venir dos meses no se compara con vivir en Venezuela, y nosotros vivimos en Chuao en una casa fresca y nos trajimos quesos, chocolates, aceitunas y Campari para mi mamá con lo cual brindábamos cada día y con un roncito al final de la cena.
Todas las noches Maurizio cocinó y deleitó a mi mamá y a Susanna y a Victor, el novio de Susanna.
La casa convertida en un zaperoco, con los televisores dispuestos sobre las mesas del comedor y de la terraza para usarlas de monitor y Mamaquerida preguntaba quien era esa gente llena de tatuajes y con aros que expandían sus lóbulos tipo indio azteca. (Carlos, nuestro chico de San Agustín)
Tengo tantos cuentos de mi estadía en Caracas, pero lo que les quiero decir es que realmente me hizo falta verlas. Tratamos de cambiar el pasaje para quedarnos una semana mas pero nada. Los vuelos de Copa estan mas que full con el cierre de vuelos de American.
No hice un concierto en casa, no visité a mi hermana, no las vi a Uds. fui a la playa solo un dia, y me quedaron muchas cosas pendientes.
Ahora estamos aquí buscando el dinero que nos llevará de vuelta a Venezuela y proveerá a un equipo con trabajo y entusiasmo. A nosotros nos brindará la oportunidad de mostrarle al mundo lo bella que es la gente, la música y el gran potencial que tiene Venezuela.
Les parezca o nó, que si vamos bien o que si nó, yo sigo enamorada y apostando por Venezuela.
