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| en la casa "Mickey Mouse" en Noe Valley |
En nuestra habitación en una casa en la ciudad de Lincroft, New Jersey estaba yo pariendo, o acababa de parir, como a las 3:45am, no recuerdo con exactitud. ¿Es una coincidencia que me haya despertado ahorita, a esta hora de la madrugada, hoy día de su cumpleaños?
Eso no lo sé a ciencia cierta, pero obvio que hice la conexión y cuando no puedo dormir, escribo.
Me vino la película completa. Yo parada como una yegua, como si estuviese yendo al baño en el monte. Michael aguantándome para que no me desplomara. El bebé fue atajado a pulgadas del piso por una nodriza primeriza. Todos comentaron: demasiado rápido.
¡Zuas! ¡Oh sorpresa! Un varón.
Estuvimos encantados de tener al muchachito para cerrar con broche de oro nuestro trío: dos niñas y un varón.
Fue lindísimo cuando en la mañana Renie Joie y Avery entraron curiosas a verlo. Tendrían 3 y 4 años. Unas pichurras.
Fue un regalo para mi que mi mamá y la Nena estuvieran allí para apoyarme con todos los cuidados: los niños, la comida, la casa, y hacerme sentir como una reina.
Estuve muy adolorida por semanas. El parto me tocó un nervio y mi brazo estaba adormecido, el coxis me dolía tanto que no me podía sentar. Ni contarles de cómo quedé por allá abajo después de ese semerendo paquete de casi cuatro kilos. Pero eso, es lo que uno no menciona y por ende pasa al olvido, pero hoy, escojo recordarlo.
Lo recuerdo a manera de asombro por esa maravilla: esa explosión, donde el amor y el dolor están ligados íntimamente. El dolor del parto, del nacimiento, de una nueva oferta a la vida, lo viví estando plenamente presente y consciente. Es un punto donde lo físico y lo emocional te marcan con un tatuaje indeleble que al volverlo a mirar te brinda o me brinda a mí, ese gozo sobrecogedor. Celebras una vez más, sin el dolor. ¡Qué maravilla! Como si fuese ayer.
Hoy ese bebé tiene a su amada Maura y a sus hermosos hijos Rydr e Indiana. Hoy Skylr es un esposo y padre ejemplar. Un aliado de la naturaleza que pasa todo su tiempo fuera, al aire libre. Pone su huella cada día en la geografía de este planeta para salvar vidas en las montañas nevadas durante el invierno y apaciguar fuegos en los bosques durante el verano. Él está conectado a tierra, no sólo por su trabajo diario sino por su personalidad inmutable.
Yo le puse una etiqueta de "Rey de la Ecuanimidad", pero algo lo saca de quicio. No son los accidentes peligrosos o los desastres naturales o los dramas emocionales sino sus dos chiquitos quienes le dan vueltas alrededor con desafíos juguetones o el no obedecer ipso facto, lo cual a él lo vuelven loco. Es muy cómico ver cuando Skylr se pone a pelear con alguno de sus niños. Él hace una regresión a los cinco años y es la única vez que lo veo perder la cabeza. A él no le parece esto tan divertido, por supuesto.
Hoy manejo cinco horas y cruzo, literalmente, valles, montañas y desiertos para llegar a su casa. Para darle un apurruño, sentir sus brazos fuertes, ver su sonrisa, compartir un cumpleaños y un pastel y gozar con la familia.
Ya voy saliendo! Nos vemos mas tarde.
Fotos de algunos recuerdos con Skylr: en Cabo San Lucas, Yosemite, Niza, De Young Museum y en nuestra casa en Noe Valley con sus hermanas
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| en Cabo San Lucas |
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| en el De Young Museum |
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| en Yosemite |
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| en Niza |
