AMENAZA- La Segunda Flecha

24 de octubre, 2024, 2am

Hoy Avery recibió noticias de que tiene un quiste canceroso en el seno. Se me olvidó preguntar si en el derecho o en el izquierdo. Les describo en detalle la montaña rusa de reacciones al oír la palabra “cáncer” en relación a una persona a quien amo:

Primera reacción: sorpresa  

¿Me está sucediendo a mí? ¿Nos tocó a nosotros? Asombrada como si fuéramos inmunes. Y por supuesto hablo de Avery como si fuese yo misma porque la siento parte de mí. Si es algo súper común ¿porqué tanta sorpresa?- pero sí- ¡no lo puedo creer!

Segunda reacción: lógica 

Pues en nuestra experiencia, sabemos que … XXX . Ahora se me atraviesa por la cabeza TODO lo que sé de cánceres. Encapsulados o no, descubiertos a tiempo o no, benignos, malignos, cirugía, radiación, quimioterapia, los que sobrevivieron, los que murieron, grado IV, un cáncer muy raro o muy común, etc..  El punto es que mi lógica dice que esto es común, se resuelve, la mayoría de las mujeres continuan sus vidas sin problemas y punto: No hay problema, no hay que preocuparse. 

Tercera reacción: empatía 

¿Cómo te sientes? ¿Cómo te sentiste cuando te lo dijeron? ¿Estabas sola? - Cuando ella me lo dijo a mí hubo una leve grieta en su voz. Y como yo la conozco me atrevo a adivinar cómo se siente. Un poco en shock, aturdida, pero sin mucho drama. Por lo menos por los momentos ¡La corteza prefrontal domina! Pero hay algo de miedo.  O mucho miedo pero contenido en la lógica.

Cuarta reacción: preocupación por los otros

¿Cómo lo tomaron tus hijos? ¿Cómo le afectó a Tim? A veces es más fácil para la persona que está atravesando el reto lidiar con la situación que lidiar con la tragedia añadida de las otras personas quienes tienen miedo, pavor, o quieren ayudar, o no saben cómo actuar y sus pánicos te los irradian de vuelta para demostrarte lo mucho que les importas. Difícil.

Quinta reacción: acción 

Manos a la obra, es mi modus operandi, mi reacción innata: ¿qué hacemos al respecto? ¿Cómo atendemos a la parte física? Cirugía, radiación, quimio, Hágase lo que se necesite, ¡a planear ya! Eso va por cuenta de los doctores. Pero nosotros, ¿qué podemos hacer?  ¿Cómo atendemos la parte emocional?

Recuerdo el cuento de la segunda flecha. 

La segunda flecha se refiere a una historia del Buda, quien decía que la primera flecha es lo que nos causa la herida, algo que no podemos evitar. Pero la segunda flecha son todas las emociones, aversiones, tergiversaciones, que nosotros le añadimos, y esas añadiduras son cosas que SI podemos influenciar.

 

Sexta reacción: confianza

Nuestra familia es bastante estoica, pienso yo, bastante libre de melodrama. ¡Es lo que es! ¡Tranqui! Eso se cura fácil.

Séptima reacción: duda

Pero por más lógicas que seamos o por más sabias que actuemos la palabra cáncer, tiene una connotación visceral universal que grita: emergencia, peligro, dolor, posibles complicaciones, muerte. La palabra en sí da miedo. ¿qué pasa si…?

Octava reacción: jarabe de lengua auto medicado

"Muchas personas que han pasado por esa experiencia están hoy en día perfectamente saludables y sus casos fueron peores. Fulanita, y Sutanita ,y Perenceja, etc. etc." "Es parte de la vida, es natural" "Somos capaces de afrontar cualquier cosa juntos." Yari, yari, yari 

Novena reacción: falta de control

Pero es que, a pesar de todo lo que sé,  solamente el concepto pasando por la mente acecha.  Amenaza como cuando te dicen- “¡no te estoy haciendo nada!” y están a 3 centímetros de tí listos para hacerte algo. Cuando Avery se ve un tuyuyo no puede dejar de pensar que es algo muy malo que se encuentra bajo su piel listo para desparramarse por su cuerpo.  La idea me perturba el sueño. A ella probablemente más aún.

Es por eso es que estoy aquí dándole al papel y a la pluma a las 2 de la mañana.

Décima reacción: calma

Después de la recorrida sube-y-baja me recuerdo a mí misma que a final de cuentas, en este instante, estoy en cama, calentita y cómoda. No me duele nada. Avery está bien y a ella tampoco le duele nada. Ella está haciendo lo que tiene que hacer.  Ya sabe que pasará por sus montañas rusas de emociones. Guerra avisada no mata soldado. Así como yo las siento y las estoy describiendo, ella tendrá las suyas.  Me sirve verlas en papel. Esa segunda flecha amenazante no se puede obviar. Pero por los momentos, bueno, puedo cerrar el cuaderno y dormir un ratico mas.

El perturbador de salud y sueños.